7/2/2017
Claudia Prat empezó a competir con 10 años, después de haber empezado a dar sus primeros pasos en la gimnasia artística, cerraron el club donde lo practicaba y le ofrecieron la posibilidad de pasarse al trampolín. Ahora reconoce que se siente feliz de haber dado el salto.
Empieza nueva temporada y Claudia Prat lo tiene claro, “mi objetivo prioritario es la adaptación a los nuevos ejercicios y mantener el nivel de ejecución del ejercicio obligatorio, pese al incremento de dificultad”. Campeona de España y veterana del equipo senior de TRA, Claudia lleva más de 15 años recopilando títulos y aún le quedan pilas para seguir persiguiendo su sueño: el sueño de volar en los Juegos Olímpicos.
Ahora empezamos un nuevo ciclo olímpico, así que, lo importante es definir el proyecto deportivo a largo plazo. Dedicaré los entrenamientos a adaptar mis ejercicios a la nueva normativa. Llevaba mucho tiempo acostumbrada a los mismos ejercicios, estos cambios suponen un reto muy emocionante.
Como hemos dicho, es un año de tránsito, por lo tanto el objetivo prioritario será la adaptación a los nuevos ejercicios, y mantener el nivel de ejecución del ejercicio obligatorio, pese al incremento de dificultad.
El trampolín ha sido mi pasión desde muy pequeña, y se ha convertido en un modo de vida que me ha ayudado a crecer tanto como gimnasta como persona. Hoy en día sigue siendo un pilar muy importante del que no dejo de aprender.
Con nueve años mi madre me apuntó a un club de gimnasia artística, por falta de niñas cerraron esa sección y nos ofrecieron la posibilidad de pasar a trampolín. En un principio no me convencía mucho la idea, pero poco a poco la modalidad me fue atrapando, hasta el día de hoy que ¡me siento feliz de haber dado el salto!
En la vida de un deportista, cuando te hacen este tipo de preguntas siempre te vienen a la cabeza momentos de éxitos deportivos, como para mí podría ser el Campeonato de Europa del año pasado, donde conseguimos varias medallas y en general el equipo español tuvo una brillante actuación. Pero, por otro lado, al pensar en mi carrera deportiva los momentos realmente especiales para mí, son los pequeños momentos vividos día a día junto a mi entrenador Guillermo Villa.
El trampolín es un deporte muy técnico y exigente. Para llegar a ser un gran saltador, debes ser una persona muy meticulosa y trabajadora, pero lo más importante es amar lo que haces.
Cuando era pequeña tenía muchísimas manías, con el tiempo me di cuenta que no hacían más que perjudicarme. Así que un día decidí acabar con todas ella de golpe y mi concentración competitiva mejoró mucho #gimnastalibredemanias.
Mi sueño deportivo sería participar en los Juegos Olímpicos.
Que entrenen duro, que a lo largo de sus carreras se enfoquen en las lecturas positivas tanto de los entrenamientos como de las competiciones. Y, sobre todo, que disfruten de este deporte, que es maravilloso.